domingo, 28 de febrero de 2010

La clase 'aburrida' que esperaba

Sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas…

La clase de Informática Jurídica, me la imaginaba somnolienta en un horario matutino. Me imaginaba una profesora gorda, de gafas grandes recordándome el Ram y el Rom y las partes del computador. Pero no. Me encontré un profesor divertido que me dijo que teníamos que escribir un ‘pésimo’ o ‘mal’ ensayo, sobre una lectura de 14 hojas. Eso me pareció muy particular, teniendo en cuenta que antes le había reclamado por la escritura con cuidado de un ‘ensayo’.
Por lo menos tuve conciencia por primera vez, que uno de los problemas de nuestra educación, reside en que somos poco prácticos. Nuestros intelectuales cavilan demasiado para exponer una idea, que con el tiempo termina siendo un pleonasmo o mejor una redundancia.
De esta forma, la clase de Informática Jurídica no solo me sirvió para tomar conciencia de la importancia de la practicidad de la enseñanza, sino que me obligó a presionar fuertemente mi inteligencia para aprehender los conocimientos que tiene que ver con los sistemas, tan útiles en el aprendizaje moderno.
Esta fue realmente mi primera clase. Claro está, que antes de esta había intentado entrar a clase pero no encontré el programado salón asignado. La segunda clase un estado febril no me dejó levantar de la cama. Y como la tercera es la vencida, pues llegué puntual y aprendí mucho. Gracias y ojalá que lean mi comentario.

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